martes, 29 de mayo de 2012

No al feminismo radical.

Soy feminista, lo reconozco. Adoro y admiro a las mujeres. Todo lo que son capaces de expresar con una simple mirada. La sensualidad con la que caminan y se expresan. El que sean capaces de saber lo que nos pasa o queremos con la simple expresión de nuestra cara. Envidio la relación que una madre tiene y tendrá con sus hijos, esa unión que da la maternidad. 

Pero lo que no aguantaré es el neo-feminismo radical instaurado en los últimos tiempos, donde al hombre se le condena por el simple hecho de ser hombre. No existe eso llamado discriminación positiva, una discriminación es discriminación por mucho que intenten esconderla con otro nombre. Quiero y deseo la igualdad que dicen que pregonan, pero que luego no es más que una burda mentira.

Soy feminista, no gilipollas.

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